El Regreso (2011)

El primer largometraje de Hernán Jiménez, A ojos cerrados (2010), te da la sensación de que el cine costarricense puede aspirar a más de lo que su contexto le ofrece: producciones cinematográficas de primer mundo (o por lo menos no del tercero, como suele suceder en nuestro país).

Y es que en esa del 2010 Jiménez tomó una historia con un argumento sencillo y la convirtió en una producción emotiva, “saca-lágrimas”, que al salir de la sala del cine nos dejaría reflexionando sobre la fragilidad de la vida; y además, con el deseo de obtener rápido la música de Alex Cantona.

Entonces, así como nos gustó mucho –espero- el relato de Gabito y Delia ante la muerte de Maga (además de que Carol Sanabria me parece muy guapa), no se podía dejar pasar la oportunidad de colaborar en el financiamiento de la pos-producción de la siguiente entrega de Jiménez a través del sitio web Kickstarter.


El Regreso (2011) es una producción que parece tener un guión más elaborado, con mayor cantidad de personajes, diversos conflictos, y una línea argumental más cargada que la de su predecesora. Ergo, era un reto aún mayor para Hernán como guionista, como director y, por supuesto, como actor.

Lo cierto del caso es que en El Regreso los personajes secundarios como Sofía (bien interpretada por Monserrat Montero) y César (por un brillante Daniel Ross) sobresalen. Hacen entretenida y/o llevadera una película que se caracteriza por sus altibajos. Es un largometraje de momentos. Las escenas dramáticas no generan tanta empatía como deberían, mientras que las escenas chistosas (esas de ocurrencias cómicas), sí lo logran, y con creces.

El papá de Antonio, encarnado por el reconocido actor Luis Fernando Gómez, encarna al “villano” dentro de lo que aparenta ser el eje central de la trama: su conflicto con el mismo Antonio. No obstante, la tensión se siente superflua, sobrepuesta. Máxime si vemos al mismo Hernán -como Antonio- sobreactuar, con sus lágrimas y muecas exageradamente fingidas, sin generar credibilidad en cuanto al “dolor” que supuestamente está viviendo. Jiménez debería dirigir más (algo que hace muy bien), y actuar menos.

Los mencionados Montero y Ross resaltan entre un reparto con nombres como Bárbara Jiménez, quien representa de manera convincente a Amanda; a Andre Boxwill como Inti, a quien todavía le falta mucho por mejorar dentro del gremio (claro, es sólo un niño); a Rodolfo González como Paolo y a Fernando Chironi como Lucas.

Todos ellos son relativamente solventes dentro de un relato que estereotipa a los metaleros (no creo que se queden callados ante ello), y que critica sin eufemismos -a través de diálogos mordaces- la inseguridad, el exceso de burocracia y la falta de oportunidades en la sociedad costarricense; éste es el punto alto de la producción (ejemplo irrefutable son las palabras de César a Antonio en la ida al aeropuerto).

Además, cabe rescatar, como es usual en las creaciones de Hernán, el manejo de cámaras. Los planos utilizados, junto con su fotografía, son estéticamente admirables…

Yo no creo que la gente tenga que ir a ver El Regreso, pero me encantaría que quisieran. (…) lo que más ilusión me daría sería que la gente fuera a ver El Regreso no en calidad de película nacional, sino en calidad de película buena.” (Hernán Jiménez en el detrás de cámaras)

Entonces, tomándole la palabra a Hernán El Regreso puede resumirse en una sola palabra: inconsistencia. El relato tiene sus momentos memorables (los graciosos y alegres), pero también sus momentos fáciles de olvidar (los dramáticos). Y se incluye al soundtrack dentro de esa dinámica.

Hernán Jiménez retornó, un año después de dar a luz a su primogénito en la pantalla grande, con una película que no supera a A ojos cerrados; pero tampoco elimina las esperanzas de que el cineasta costarricense se supere a sí mismo con algo mejor en los próximos meses, o años. El Regreso no es nada mala, pero tampoco es una maravilla; es cine regular con final cursi. Tiene un 6. 

Comentarios

  1. Uy vieras que a mi sí me parecio genial. Me sentí muy identificada. Creo que retrata muy bien lo que se siente al volver a tu país y ver que no eres ni de allá ni de acá. Es un sentimiento bien jodido (Patry).

    ResponderEliminar
  2. La manifestacion cinematografica en cualquier parte del mundo necesita de condiciones infraestructurales y de trayectoria historica para que se de ese momento. Esa es otra historia pero podemos destacar que el acceso masivo a medios baratos de producir cine. logra en america latina oportunidades que antes no se generaban (camaras digitales,telefonos,etc.).Pero lo que me trae a hacer un comentario sobre El regreso es que si esta es una pelicula costarricense independiente de la tematica universal los actores deberian de caracterizar personajes ticos. Asunto que no lo logran a excepcion de la actriz Barbara Jimenez quien interpreta a Amanda (gestos, vocalizacion, acento costarricense en contraposicion de los otros personajes que hablan con demasiado articulacion y pronunciacion con un acento muy elaborado y que me produjo un distanciamiento como espectador.Esto no significa caer en clitche tico ni mucho menos). Creo que hay un manejo del lenguaje cinematografico bastante acertado partiendo de la premisa del cine costarricense donde se produce una pelicula cada año o menos. Pienso con todo respeto que es una propuesta seria y que la pelicula si es digna de verse porque tiene mas elementos de calidad que pequeños deslices.

    ResponderEliminar
  3. Mae quizá yo no soy tan exigente porque no he visto tanto cine como vos (aunque si he visto bastante "alternativo", no "demasiado"). La peli no me parece de 10 pero me parece que sí sube mucho respecto a Ojos Cerrados. La actuación de Jiménez, el estereotipo del metalero y el final de cómo la historia fue llevada a la pantalla fue en resumen lo que no me gustó. Pero del resto creo que sin exageraciones puedo hablar muy bien.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Transformers: Dark of the Moon (2011)

RESEÑA -SIN SPOILERS- DE LAS NOMINADAS AL OSCAR 2017