Entre maestría visual, historia franca y gringocentrismo

No contiene spoilers.

Entre las películas nominadas al Oscar de este 2013 hay desde obras visualmente maestras hasta producciones que buscan complacer a los estadounidenses más nacionalistas y bélicos.

Django Unchained es una versión derivativa, cinematográficamente excelsa, pero bastante más inverosímil, de “Bastardos sin Gloria”. Es como si agarráramos la narrativa de la venganza nazi, moviéramos un poco la cronología y variáramos el contexto. Si esa no ganó la estatuilla, la producción 2012 de Tarantino no lo hará (y no debería hacerlo).  

“Bestias del Sur Salvaje” es película para cierto público; un público que aprecia el drama de construcción del clímax y brillantez actoral; es de público que aprecia el buen drama. Con un presupuesto absurdamente menor al de sus contendores, Beasts of the Southern Wild merece reconocimiento por todo lo que logra con muy poco dinero. 

Argo es película de editor. Su manejo del suspenso es excelente y, en general, es muy buena en prácticamente todos los aspectos (técnicos, actorales y narrativos). Pero, ¿es suficiente para ser la película del año?

Por otro lado, una nominación al Oscar potencia comercialmente una película; pero también la puede llevar a la desaprobación de muchos si no cumple con las expectativas generadas. Eso sucede con Silver Linings Playbook, otra comedia que se cuela en las nominaciones, la cual muestra indicios de ser creativa o muy artística al inicio, pero que su desenlace la delata como una pseudo chick flick con sus clichés y su ligereza. 

La “extranjera” Amour es, en resumidas palabras, una oda el esnobismo. Sus planos son innecesariamente lentos (y eso que a mí me gusta la lentitud en una película), con una realización y una línea argumental tan simplista que si no fuera por las actuaciones de sus protagonistas quedaría en el olvido como una historia que ya se ha visto muchas veces en la pantalla grande. Nominación condescendiente. Europa ha dado muchísimo más y mejor en pasados recientes.

Asimismo, con Les Miserábles no hay que ser mezquino por ser musical; hay que ver más allá de sus canciones (claro, si no le gustan los musicales, no la vea y listo). Si bien su escenografía, apoyada por CGI, es genial, la historia típica de redención procedente de la versión Broadway, del libro de Víctor Hugo, es demasiado sencilla y lineal. Bien las nominaciones de Hugh Jackman y Anne Hathaway (sobre todo por el primero), pero la actuación de Eddie Redmayne como ‘Marius’ debió ser reconocida. Eso sí, Russell Crowe no debería volver a aceptar un papel en un musical. 

Life of Pi es, como su título latinoamericano indica, una aventura [visualmente] extraordinaria. Merece, y es predecible que lo hará, todo los premios técnicos existentes; especialmente en cinematografía y efectos visuales. Éstos son los que sostienen una buena historia, la cual está llena de simbolismos que te van a dejar con incertidumbre al final (habrá que leer el libro), pero con carencia de profundidad en su realización. Y sí, es mejor que Avatar.

Tampoco podía faltar el producto hollywoodense gringocéntrico. No nos podía fallar Kathryn Bigelow (sí, la misma de The Hurt Locker, que ganó mejor película en el 2010). Zero Dark Thirty se vuelve sumamente predecible y trillada desde su primer punto de inflexión en la primera hora de su metraje. Incluso, promueve implícitamente la guerra y la tortura con tal de matar a esos “malvados” musulmanes. Prejuiciosa y ordinaria, con tal de entretener y contentar a una gran parte de la población, no sólo gringa, sino mundial y, por ende, a muchos en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos.   

Finalmente, Lincoln, dentro de una impecable producción (no se podía esperar menos de Spielberg), es una de las películas sobre política más valiosas de los últimos tiempos. Más allá de una biografía, es una lección de que el lenguaje cinematográfico puede hablar de la lucha de poderes sin ser un plato de babas ni un cúmulo de clichés. Y es mejor aún si tienen a Daniel Day Lewis en su reparto.